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La Muralla Roja de Calpe

Calpe no es solo el Peñón de Ifach. Aparte de su fabuloso parque natural y la calidad de las playas, la localidad alicantina se ha convertido en los últimos años en un destino de instagramers que buscan hacerse un selfie con la Muralla Roja de fondo de pantalla. Un nuevo icono arquitectónico del siglo XXI que atrae la atención del viajero que se acerca hasta Calpe

El lector se preguntará, ¿qué es la Muralla Roja? Se trata de un edificio creado por el conocido arquitecto Ricardo Bofill en los años setenta.

Ubicado en la urbanización de la Manzanera, acoge medio centenar de apartamentos, patios secretos, terrazas con bellas panorámicas del mar y solariums, entre otras dotaciones.

Forma laberíntica

Su forma laberíntica reparte las estancias del edificio en diferentes zonas que se compenetran formando un todo arquitectónico muy atractivo a ojos del turista. De ahí que se haya convertido en un claro objetivo de fotógrafos profesionales y amateurs que están de paso por Calpe.

Ricardo Bofill se inspiró en las torres de adobe norteafricanas para levantar este inmueble, que con su llamativo color ocre trató de adaptarse al gusto mediterráneo.

La Muralla Roja, cuyos vecinos reclaman que sea declarado como Bien de Interés Cultural por el interés que despierta, se asienta en la zona de la Manzanera, de gran valor paisajístico.

Levantado sobre un entorno natural

El entorno natural en el que se enclava el inmueble alberga más de 1.000 metros cuadrados de pinares, y está considerado como el último pulmón verde de Calpe.

Ante su elevada presión urbanística, el Ayuntamiento ha decidido no conceder más licencias para levantar edificios.

En este edificio, Bofill ha dejado claramente la impronta que le caracteriza. Desprende una gran modernidad y enraiza, al mismo tiempo, con los valores tradicionales de la arquitectura de antaño.

Aunque son viviendas particulares y por lo tanto privadas, si hay suerte se puede visitar su interior.

El viajero disfrutará de los espacios intermedios y comunes de la construcción, con una serie de terrazas cubiertas y pasillos abiertos que favorecen la convivencia y el contacto con el aire libre.

Dos edificios más de Bofill

La Muralla Roja no es la única aportación arquitectónica que Bofill ha legado a Calpe. La localidad de la Marina Alta cuenta además con otros dos edificios diseñados por el urbanista catalán: Xanadú y el Anfiteatro.

El primero constituye un prototipo experimental de ciudad jardín en el espacio, y muestra diferentes alturas comunicadas con rampas y escaleras, a semejanza del Peñón.

Por su parte, para acceder a contemplar el Acantilado hay que andar cuesta arriba para presenciar una obra arquitectónica formada por 27 viviendas de lujo, dispersas a modo de odeón de la antigüedad. Merece la pena, porque desde aquí se disfrutan de unas vistas excepcionales