En el municipio Alicantino de Calpe se puede encontrar una rica flora y fauna, la cual puede hacer las delicias de todo viajero que sea o no amante de la naturaleza, encontrando diferentes rutas por toda su extensión. La ruta ornitóloga es perfecta para aquellos amantes de las aves que buscan ver de cerca diferentes especies propias de esta zona y que son tan difíciles encontrar en otros rincones de España.
A la hora de realizar este tipo de rutas es aconsejable ir correctamente equipado con un calzado y ropa cómoda, sin olvidarse el viajero de unos buenos prismáticos que permitan visualizar de manera adecuada cualquier detalle.
El Peñón de Ifach
La ruta ornitóloga comienza en el tan conocido Peñón de Ifach, el cual cuenta con un parque natural propio con multitud de especies tanto vegetales como animales. En este sentido, es preciso recalcar que a la entrada del parque existe un punto de información al viajero, el cual puede dotar al usuario de toda la información necesaria en referencia al espacio natural que se encuentra visitando.
Los expertos en la materia han conseguido catalogar más de 80 especies de aves en esta zona, entre los cuales destacan los halcones, los cuales suelen posarse en los cantiles que componen el parque nacional.
Las salinas de Calpe
El segundo lugar para visitar dentro de esta ruta son las conocidas Salinas, las cuales albergan gran cantidad de aves en su entorno, gracias a las maravillosas condiciones de hábitat que se dan en este rincón tan desconocido para gran número de viajeros. En esta zona se han estudiado un total de 173 especies, constituyendo un valor bastante elevado en comparación a otras zonas de similares características dentro del territorio Español.
Una de las especies con mayor número es el flamenco, el cual se trata de un ave difícil de ver y que puede deleitar al turista con un hermoso espectáculo en las proximidades del mar. Especies de aves de tipo marino como la Pardela Balear también son posibles de localizar en este entorno, la cual es considerada la única especie endémica en la península.
Morro de Toix
La última parada de esta ruta de tanto interés cultural se localiza en el Morro de Toix, el cual se trata de un cabo en el mar mediterráneo que hace de límite entre los municipios de Altea y Calpe. Los acantilados abruptos que son posibles encontrar en esta zona se han convertido en un perfecto lugar para el asentamiento de especies como el Vencejo Real o la Collalba Negra, destacando esta última por su color negro brillante.